23 abr 2013

Entrevista con el compositor Rivera

               Carlos Rafael Rivera
De Ozzy Osbourne a Leo Brouwer. La creación multicultural.
Por Fernando Bartolomé para MGE

Para los que no conozcan al personaje que hoy traemos a MGE diremos solo que es un destacado compositor de la actualidad que ha compuesto obras significativas y que ha llamado la atención de parte de los mejores artistas del mundo, entre ellos LAGQ. Para ellos ha compuesto dos de sus piezas más representativas, Cumba-Quin y una segunda pieza para cuarteto de guitarras, Yambe, que acaban de estrenar LAGQ.
Grandes figuras de la interpretación como DenisAzabagic o Arturo Sandoval también han sido beneficiarios de su música y todos podemos ahora disfrutar de su personal modo de entenderla, con influencias multiculturales que se aprecian en su riqueza rítmica y en sus caleidoscópicas melodías.

CarlosRafael Rivera es, además de guitarrista, conferenciante y profesor, compositor residente de la Orquesta Sinfónica de Miami desde 2011. Su relación con la música desde pequeño es bastante curiosa y en sus inicios Ozzy Osbourne le dio la pista para conocer a Leo Brouwer y así empezó todo. Hablamos de todo esto en la entrevista

Tu primer contacto con Brouwer fue cuando escuchaste Diary of a madman de Ozzy Osbourne. A partir de ese momento ¿quisiste tocar la guitarra o quisiste componer cosas como esas? Sería curioso que empezaras tu carrera con un plagio…
Si - mi primer contacto con Brouwer fue “Diary of a Madman” – aunque eso vino unos meses después de comenzar a estudiar la guitarra…

Comencé en Panama tocando guitarra clásica como por seis meses – aprendí unas cuantas escalas, etc.  Pero a través de mi hermano, y su pasión por Ozzy Osbourne, descubrí la guitarra eléctrica, específicamente al guitarrista Randy Rhoads.  Desde ese momento comencé a practicar día y noche, tocando la música de Black Sabbath, Iron Maiden, Judas Priest, AC-DC - obvia y puramente Rock.  La idea de componer música era una de curiosidad, pero no nació en mí hasta que aprendí el requinto de “Revelation Mother Earth” del disco “Blizzard of Oz.”  Me tomó unos dos años desde que lo escuché por primera vez, hasta que la aprendí nota por nota – y en ese mismo  momento sentí como un vacío, una necesidad en crear algo que fuese mío y no de otra persona.
Brouwer, la primera vez que le conociste, te dijo algo así como “tira pa’lante” refiriéndote a tu carrera. Dejando al lado el aspecto técnico, que se sobrentiende ¿qué tiene que tener un compositor para ganarse un sitio en los oídos de la gente?
La verdad es que no se pero siento que las piezas que encuentran una audiencia tienden a resonar no solo con la audiencia, sino con los músicos que las interpretan.  La música no es solo bella para el oído, sino también para los ojos – luce bella en la página.  Cuando compongo, siempre pienso en cómo atraer al interés de los intérpretes, conjunto a la audiencia.

Leo Brouwer
Raven dance fue una obra escrita para el Cavatina duo, con Denis Azabagic y Eugenia Moliner. ¿Cómo fue tu colaboración con ellos?
Fantástica.  Ellos me dieron a escoger la pieza para hacer el arreglo – de allí intente expresar un tono agresivo y muy visceral, como de inevitabilidad.  La parte de la guitarra tiene bastantes retos, como la de la Flauta, pero es una de mis piezas favoritas, ya que la forma hace perfecto sentido, y también siento que una vez que los músicos hayan aprendido sus partes, les darán ganas de tocarla.  Denis y Eugenia me daban sugerencias mientras la estaba componiendo.  El proceso de colaboración es mi parte favorita, ya que aprendo algo sobre los gustos de los músicos con los cuales trabajo.

La maja y el hechicero fue escrita para flauta y guitarra, y también para el Cavatina duo. ¿Puedes hablarnos de ella?
Fue escrita específicamente para mi recital de Maestría en Composición.  Fue una obra exploradora, de contrastes, bailes y misterio.  El clímax del final fue mi parte favorita de componer, y siento que aun hoy es una sección muy efectiva. 

Otra obra es Tantra, escrita en 2008 para Guitar Ensemble/Octeto en la que haces referencia a la continuidad, al simbolismo e sensualidad de esta tradición hindú. Es completamente distinto a las obras que había escuchado de ti anteriormente. ¿Puedes contarnos algo de la obra?
La obra fue una comisión de una iniciativa del estado de Nuevo Méjico – Es una obra escrita con el propósito de presentar a un novicio el idioma de la música modernista, continuos cambios de compás, y el sonido grande de la guitarra en conjunto.  El titulo, aunque provenga de la tradición hindú,  no fue nada más que una palabra que me gustaba, y fue elegida mucho antes de que yo supiera su significado o inferencia.  A mi me parece muy rockera de cierto aspecto, ya que los estudiantes (hasta ahora) se han entusiasmado mucho durante el proceso de aprendizaje.  ¡Es súper-divertida para mí!

En algunas piezas que he escuchado como Estudio 1, Cumba-Quin, Whirler of the dance, corrígeme si me equivoco, puedo atisbar algún nexo común que podríamos decir forma parte de tu estilo: acentos desplazados, evitando la regularidad, ritmos vivos, de danza, cambio continuo de compases, el intervalo como punto de partida algunas composiciones, el pequeño motivo que se va extendiendo… Siguiendo con el atrevimiento, quizás veo influencias de Brouwer, Carlevaro o Villalobos. ¿Cómo te describirías como compositor y  cómo describirías tu música, si es que se puede generalizar?
Todo lo que has mencionado es cierto – El ritmo tiende a ser mi punto de partida.  Siempre siento que si puedo encontrar un balance visceral entre el ritmo y la armonía, estoy bien encaminado.   Pero mas que ritmo o armonía, lo MAS importante para mi es la línea melódica.  Toda mi música (o por lo menos la mayoría) es lineal, o sea horizontalmente concebida, con la armonía tomando un segundo lugar mas consecuencial como producto del contrapunto.  Aparte de los compositores de música para guitarra, siento una gran influencia en la música de Stravinsky, Copland, John Williams, y Radiohead. 

¿Qué música escuchabas hace 20 años? ¿Qué música escuchas ahora?
Hace exactamente 20 años estoy segurísimo que estaba escuchando la música de Pearl Jam y Soundgarden, como toda la música del movimiento de “Grunge” de Seattle, Washington.  También fue exactamente la época en la cual me interesé seriamente en estudiar la guitarra clásica y unos años mas tarde, la composición.

Ahora no consumo música a la misma velocidad que en esa época, ya que con los años las curiosidades se doman, o domestican.  Y lo que mas me encuentro haciendo estos días es luchar para mantener alto mi nivel de curiosidad.  La mejor ayuda sin duda han sido mis estudiantes, que siempre están en “la onda” de lo nuevo y lo bueno.  Ahora busco buenas voces, o interpretes como Ray LaMontagne, Sleeping At Last, y Chavela Vargas (a quien descubrí hace unas semanas – aunque debí de haberla descubierto hace como 42 años), y sin duda la música popular me afecta grandemente - “Fitzpleasure” de Alt-J es una obra maestra para los audífonos.  También me gustan muchos los colores de la música de Alexandre Desplat.

Has sido guiado o aconsejado de alguna manera por el compositor Randy Newman. ¿Qué has aprendido de él?  ¿Has hecho incursiones en el cine?
Randy Newman
Conocí a Randy Newman a través de un programa de tutoría de la Universidad del Sur de California.  Nunca espere que me diera más de unos 15 minutos de su tiempo, y sin embargo nos hemos llegado a conocer bien, y aun después de siete años desde mi primer encuentro con él, siempre acudo a su buen consejo cuando estoy trabado en una pieza, o sobre aspectos profesionales.  En las pocas incursiones en el cine que he hecho, he trabajado con el muy pero que muy talentoso Rob Legato, quien había escuchado mi música para orquesta y pensó que podría hacer un papel en el mundo del cine. También he trabajado con Scott Frank, y de vez en cuando vienen oportunidades en ese mundo.  Pero lo que he aprendido a través de los años es que el enfoque tiene que mantenerse en un solo objetivo, por lo menos por una buena cantidad de tiempo.  Eso es lo que me ha llevado a tener el honor de esta entrevista, por ejemplo.

¿Cómo es tu trabajo como compositor residente para la Miami Symphony Orchestra? ¿En qué consiste eso de “compositor residente” para los que estamos despistados?
Desde que termine de componer el “Concierto de Miami” para Arturo Sandoval y la Miami Symphony Orchestra, la experiencia fue tan fantástica, que la residencia con la orquesta parecía como el paso lógico de seguir.  Acabo de terminar una pieza que se llama “PizziCuban Polka” para el concierto de este enero pasado, en la cual tocó el flautista Nestor Torres.  Mi trabajo consiste, aparte de escribir una pieza al año para la orquesta, en ser un embajador de la orquesta para la comunidad.  En toda oportunidad hablo sobre la orquesta y su importancia en esta gran ciudad de Miami.  También preparo los Podcasts de cada programa, las cuales se diseminan a través de nuestros medios de red sociales.  Es un sueño para mi tener una plataforma en la cual yo pueda expresarme a través de la orquesta – esto sin duda me ha hecho crecer mucho pero mucho como músico.

Cumba-Quin. Es una obra escrita para LAGQ hace 10 años que no ha perdido nada de su frescor inicial. Es como una especie de danza llena de vivacidad, con gran colorido tímbrico, desplazamiento continuo de acentos y con grandes aportaciones de la guitarra como instrumento de percusión. ¿Puedes hablarnos de la obra, forma, percusiones, motivos?
Muchas gracias por el complemento.  Hay tanto que decir sobre la pieza que requeriría una charla de una buena hora.  Pero en si, la música esta basada en música Afro-Cubana, con la Clave al epicentro.  El motivo melódico retorna al final, en otra métrica. Es una pieza seccional, que de alguna manera se siente conectada.  Hay referencias al himno nacional Cubano, a melodías populares y Afro-Cubanas.  Definitivamente fue atrevido intentar a que las guitarras se usaran como claves, cascaras y congas – y de alguna manera mas o menos funcionó. 

LAGQ
Tienes un nuevo encargo para hacer una nueva obra para LAGQ, llamada Yambe. ¿La has terminado ya? ¿Tenías algún tipo de indicación por su parte? ¿Puedes adelantarnos algo sobre ella?
Me siento muy afortunado en tener la oportunidad de escribir una segunda pieza para un grupo tan fenomenal como el LAGQ.  Ellos están confiando en mí y me han dado carte blanche en el proceso de creación.  Aunque tenía que ser una obra basada en música Afro-Cubana.  Aparte de eso, campo libre.  La acabo de terminar, y vamos a ver que tal le va.  De cierta manera hubo una presión en tener que componer algo al nivel que Cumba-Quin alcanzó.  Pero en si, nunca es productivo fijar “la importancia” de una obra en un futuro ficticio.  La verdad, es mejor hacer el mejor trabajo posible, y dejar que el destino y las audiencias decidan.  Siento que salió bien, o por lo menos está bien escrita.  Que sea buena, mala, popular, etc. esta fuera de mi poder.

¿Cómo es tu relación, en este caso con LAGQ, cuando les presentas la obra? ¿Trabajas previamente con ellos algún día? ¿Se suelen producir cambios después de presentada?
Acabo de tener mi primer ensayo con ellos a través de Skype.  Yo estoy e Miami y ellos en Los Angeles.  Esto fue súper súper increíble como experiencia.  Pude ver y escuchar su interpretación, lo cual me llevo a hacer algunos cambios, etc.  Y sí, siempre se puede mejorar la obra.  Lo que llega a parar el proceso de refinamiento es que se tiene que presentar.  A ver que tal le va a la pieza.

¿Qué pides a los ensembles para los que compones en tus obras? ¿Les das ciertas indicaciones? ¿Es importante que sepan determinadas cuestiones del carácter, historia, detalles?
Hasta ahora, nada especifico.  Ha sido en toda comisión un proceso muy orgánico.  Al final uno puede aportar lo que piensa sobre su obra, pero los intérpretes siempre encuentran una manera de reinterpretar y hasta mejorar lo que uno concibe como la manera correcta.  Por ejemplo, Whirler of the Dance tiene un tempo indicado mas lento en el movimiento final que ninguna grabación que he escuchado.  Denis Azabagic fue el primero en grabarla, y su tempo mucho mas apresurado se convirtió en el estándar de interpretación.  Yo sin duda creo que mejoró la música. 

Has hecho algún estudio sobre Michael Hedges. ¿Crees que su aportación es única debido a su revolucionaria técnica y tímbrica, o hay algo más en sus composiciones que le han hecho ya una leyenda?
Un poco de ambos

El silencio es un elemento fundamental en la comunicación. Tanto como lo es el sonido. John Cage lo expuso al mundo de una forma radical. ¿Qué valor le das a esta figura de la música?
Siento que la filosofía detrás de la música de Cage es lo que importa.  Me encanta lo que Cage representa como compositor.

Cada compositor es un mundo aparte en el proceso creativo. De Enrique Blanco, gran compositor y pedagogo español, aprendí miles de cosas y una de las más importantes es que lo que funciona es lo correcto. La forma de hacerlo no importa tanto. En tu caso ¿Cómo afrontas la creación de una nueva obra? Rutinas, hábitos, tiempos, objetivos…
En los últimos años la fecha de entrega ha estimulado mucho el proceso creativo.  Tener una fecha terminal de entrega añade un nivel de presión que deshecha toda pretensión de procastinación, ya que esté a donde esté, tiene que entregarse – y eso ayuda mucho a ser mas pragmático y eficiente con el tiempo.

Carlos Rafael Rivera
¿Tienes distintos procedimientos para componer para un instrumento solista y un ensemble? ¿Escribes con instrumento? ¿Ordenador o papel?
Escribo con todos los medios disponibles – La cabeza, la guitarra, el ordenador, papel, el piano, hasta lo canto, aunque suene mal.  La idea es sacar la idea de adentro, sea como sea.  Encuentro la variedad muy estimulante al proceso creativo.

Cualquier cosa que quieras comentar.
MUCHAS GRACIAS POR SU INTERES!!!

Saludos –

Carlos

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